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    Inició la 48° edición del la Feria del Libro de Buenos Aires con una merma de entre el 20 y el 30 por ciento con respecto al año anterior.

El Estado argentino, encabezado por Javier Milei, retiró el apoyo a una de las principales ferias del libro del mundo.

“Sus medidas son ataques al corazón de la cultura” dijo Alejandro Vaccaro, titular de la organización que lleva adelante la Feria del Libro de Buenos Aires en referencia a las políticas llevadas adelante por el jefe de Estado argentino Javier Milei.

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Las declaraciones fueron realizadas el pasado 25 de abril, durante la inauguración del evento en su tipo más convocante para el mundo de habla hispana y al cual concurren más de un millón de personas cada año. En su edición número 48, la feria cuenta con más de 45.000 metros cuadrados de exposición y alrededor de 1.500 expositores de más de 40 países.

La actual exposición no escapa del recorte a la cultura impulsada por el Ejecutivo nacional, que incluye el cierre del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), la eliminación del Instituto Nacional del Teatro y del Fondo Nacional de las Arte; y el desfinanciamiento del Instituto Nacional de la Música (Inamu) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip). 

“Concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y resistencia. Como nunca este espacio cultural, activo, será el eje central alrededor del cuál girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas devastadoras que propone este Gobierno”, profundizó su crítica Vaccaro.

“El libro es cultura -resaltó Vaccaro-, y en momentos en los que se encuentra hackeada, atravesada por el intento de desfinanciamiento, la Feria se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad”, agregó.

Estado ausente

Ninguna autoridad del Gobierno argentino estuvo presente durante la inauguración de la presente Feria del Libro de Buenos Aires y es la primera en la que el Estado nacional no está presente con un stand oficial de la Casa Rosada. Tampoco lo tiene la Secretaría de Cultura ni ninguna cartera del Estado.

Desde el Gobierno alegan que la presencia oficial en la feria representa un costo "exorbitante". En una entrevista concedida a un medio afín, el mandatario señaló que desde la Feria del Libro le habían pedido “300 millones (aproximadamente 300.000 dólares al cambio informal) más un plus de otros 450 millones (450.000 dólares)”.

Milei utilizará la seguridad del Estado para un acto de presentación de un libro propio en el marco de la Feria del Libro. | Foto: EFE

La versión del mandatario es opuesta a la enunciada por Vaccaro, pues comentó que "no registra a la memoria de nuestra feria que el Gobierno nacional haya estado ausente sin un stand en este evento. La excusa de que la participación del Estado nacional en la feria implicaba una erogación de 300 millones de pesos no es otra cosa que una flagrante mentira".

A la ausencia oficial se suma el retiro del principal patrocinio de la Feria del Libro, el Banco de la Nación Argentina. La quita del sponsor de la entidad bancaria de mayor importancia del país se dio “por orden de arriba”, según Vaccaro.

Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica

Milei el año pasado fue una de las figuras más convocantes de la 47° edición de la Feria del Libro de Buenos Aires y colmó el auditorio principal. El salón que albergó su conferencia colmó su capacidad para mil personas y cientos de personas que concurrieron para ver al entonces candidato a presidente quedaron afuera. 

El acto fue un hito dentro de la campaña que finalmente lo consagró como presidente y la intención de este año es magnificar la conferencia de 2023 y el economista tiene previsto presentar un libro de su autoría, “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”, en la presente edición de la feria.

El lanzamiento de la publicación tendrá al presidente como principal y único orador, y tendrá lugar en la Pista Central del predio perteneciente a la Sociedad Rural Argentina, donde se hace la feria cada año. Se trata de un espacio como ningún otro del evento y que nunca ha sido utilizado para tal fin. Será habilitado para más de 6.000 personas, de las cuales 4.000 estarán paradas en la arena donde suelen desfilar ejemplares equinos y vacunos.

"Javier Milei estará el 12 de mayo en la Feria del Libro. Será el último domingo. Desde la editorial pidieron que el acto sea en la pista central, de las vacas y caballos. Es el único que no usamos de la Feria, pero hablaron con La Rural, y parece que se encargarán de todo", confirmó el director de la Feria del Libro, Ezequiel Martínez.

Vaccaro fue contundente al respecto al expresar que “luego de despreciar nuestra feria, no se sonroja y pide participar en este espacio". Sin embargo, debido a la falta de fondos aducida por los organizadores, los costos quedarán a cargo del Gobierno nacional. 

Menos ventas, menos leyes

La mayoría de los expositores coinciden en señalar que esta edición arrancó con un descenso de entre el 30 y el 40 por ciento en la compra de libros. Debido a ello, la Fundación El Libro anunció que la entrada a la Feria será libre y gratuita desde este lunes hasta el próximo 9 de mayo, con excepción del feriado del miércoles.

La baja no escapa a la recesión que atraviesa el país suramericano. La Cámara Argentina del Libro refiere que en enero se midió una baja del 30 por ciento en las ventas en comparación con el año anterior. El medio local, Página 12, indica a su vez que editores pequeños y medianos son los que publican el 63 por cienot de los títulos y ahora mismo están apostando a reducir las tiradas o, directamente, a postergar publicaciones y priorizar sólo aquellas con un alto potencial de venta. 

Pese a la reducción de las ventas, el Ejecutivo nacional impulsa la derogación de la Ley de Actividad Librera, la cual estipula una serie de beneficios para librerías y editoriales, como que los editores fijan el precio de venta de los libros y que debe ser el mismo en todos los puntos de venta del país. La ley pone el acento de la competencia en la atención al público, la recomendación y la selección de los libros, y no en el descuento que puede hacer la librería por su poderío económico. 

A criterio del Gobierno, la eliminación de esta norma favorece el desarrollo del sector debido a la posibilidad de permitir la autorregulación del mercado, uno de los dogmas detrás de lo cual se ha estructurado la política oficial.

Sin embargo, para la Cámara Argentina del Libro esta regulación ha permitido una mayor competitividad del sector. Según el órgano en un comunicado, gracias a la sanción de la ley en 2001, se triplicó la cantidad de novedades (es decir, libros únicos) que se publicaron en el país.

Además, se duplicó la cantidad de editores que publican esos libros y se desarrolló una red de 1.500 librerías, la mayor cantidad de librerías por habitante de la región. También indican que el precio uniforme da estabilidad al mercado; permite una manera correcta para el cálculo de regalías; ayuda a combatir la piratería, ya que el precio referenciado distingue a los libros oficiales de los piratas, que suelen venderse a menor valor.


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