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  • Mujeres y niños de República Democrática del Congo a su llegada a Angola. Huyeron de los ataques de milicias en la región de Kasai.
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    Mujeres y niños de República Democrática del Congo a su llegada a Angola. Huyeron de los ataques de milicias en la región de Kasai.

La milicia local Kamuina Nsapu se enfrenta desde 2016 con tropas gubernamentales y desde abril pasado, se han descubierto más de 80 fosas comunes en esa región. La Acnur ha registrado unos 1,3 millones de desplazados internos y 300.000 refugiados.

La región de Kasai, ubicada al noreste de República Democrática del Congo (RDC), es escenario de hechos violentos que ha obligado a la mayoría de sus habitantes a huir del lugar.  

En lo que va de 2017, la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur, por su sigla en inglés) ha registrado 1,3 millones de desplazados internos y 300.000 refugiados, de los cuales 30.000 han huido hacia Angola. 

La milicia local Kamuina Nsapu se enfrenta desde 2016 con tropas gubernamentales. Desde abril pasado, se han descubierto más de 80 fosas comunes en esa región.

¿Quién es Kamuina Nsapu?

Se le conoce como un grupo tribal y su nombre derivó del jefe tradicional, Kamuina Nsapu, quien fue asesinado por la Policía en agosto de 2016.

El grupo se rebeló luego de que el gobierno de Kinshasa, la mayor ciudad de RDC, no reconoció a Jean-Pierre Mpandi como nuevo Kamuina Nsapu, nombre que se le da a la jefatura tradicional del clan de los Bajila Kasanja.

El gobierno de Kinshasa acusó al aspirante a la jefatura tribal de mantener afinidad con la oposición. La respuesta de la Policía fue organizar una redada en la casa de Mpandi y como este no se hallaba, los agentes reprimieron a sus familiares. 

Kamuina Nsapu en respuesta al ataque se movilizó y el gobierno desplegó más fuerzas de seguridad. Desde entonces se mantiene el conflicto.

Denuncian ejecuciones extrajudiciales

Un nuevo informe de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Oacdh) reveló recientemente que unas 250 personas, entre ellas 62 niños, fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales en la región de Kasai entre el 12 de marzo y el 19 de junio. 

La investigación se basó en una serie de entrevistas realizadas por un equipo de Naciones Unidas a 96 personas que huyeron hacia Angola. Los entrevistados manifestaron que las fuerzas de seguridad locales perpetraron actos violentos contra determinados grupos étnicos.

Habitantes de la región de Kasai huyen hacia Angola: Foto: Acnur / Pumla Rulashe

La Oacdh denunció el pasado 4 de agosto los graves delitos cometidos por todas las partes en conflicto en la región de Kasai y alertó que pueden constituir crímenes de lesa humanidad.

En un informe, la Oficina describe asesinatos sumarios, mutilaciones y violaciones múltiples perpetradas por miembros de las Fuerzas Armadas y de la milicia progubernamental que les apoyan, la Bana Mura, así como por militantes del grupo Kamuina Nsapu.

De sus relatos se extraen que los diferentes grupos armados perpetraron de forma generalizada asesinatos sumarios, mutilaciones, violaciones múltiples, y decenas de personas fueron quemadas vivas.

Situación de los niños

Desde el inicio del conflicto, unos 850.000 niños se vieron obligados a huir de sus hogares y 400.000 están en riesgo de padecer desnutrición aguda. Muchos de ellos han sido reclutados por las fuerzas armadas, denunció el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés).

"Los niños y las mujeres nos hablan de terribles abusos. Muchos niños han sido reclutados por las Fuerzas Armadas, drogados y atrapados en la violencia. Nada puede justificar estas acciones", informó el director ejecutivo adjunto de Unicef, Justin Forsyth.

Más de 200 hospitales han sido destruidos y uno de cada cuatro no funciona completamente. Además, centenares de escuelas han sido atacadas o saqueadas, mientras que muchos maestros huyeron del lugar o fueron asesinados, indicó Marie-Pierre Poirier, directora regional de Unicef en la República Democrática del Congo.

El equipo de Naciones Unidas denunció las graves heridas y mutilaciones que han sufrido los supervivientes, entre ellas, la de un niño de siete años a quien le desfiguraron el rostro y le cortaron varios dedos.

Muchas escuelas permanecen desoladas y muchas fueron destruidas. Foto: Unicef

“Los niños nos cuentan que han sido torturados y muchas niñas dicen que han sido violadas repetidamente. Otros afirman haber presenciado la violación de madres y hermanas, o el asesinato de sus seres queridos”, expresó Alphonse Kalonji Tshikala, quien se desempeña como técnico de Protección Infantil en Unicef-RDC.


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