Cientos de portorriqueños se reunieron a las afueras del edificio Citigroup, en la ciudad de Nueva York, para protestar ante la posibilidad de que la isla tuviera que recurrir a la quiebra, ya que la magnitud de la deuda, alcanza a 73 mil millones de dólares.

Mientras las banderas de la isla y carteles anunciando que “Puerto Rico no se vende”, alborotaban las calles neoyorquinas; en el interior de la oficina de la mencionada corporación miembros del gobierno portorriqueño y representantes de los acreedores discutían el futuro de la isla caribeña. Afuera, manifestantes tenían puestos máscaras con la cara del personaje Freddy Krueger, una metáfora, que hace referencia al nombre del informe económico encargado por el gobernador de la isla- Alejandro García Padilla- a una comisión evaluadora de la deuda, encabezada por la exsubdirector del Fondo Monetario Internacional Anne Krueger. Las medidas de dicho informe, no son respaldadas por el pueblo de la isla, ya que plantea: reducción del salario, achicamiento del gobierno y recortes de derechos a la población.

Esta no es la única protesta de los boricuas en Nueva York. En el mes de junio, en la parada anual portorriqueña, más de 20 mil personas que desfilaban por la quinta avenida, reclamaban y exigían al presidente Obama que los ayude a reestructurar la deuda; al tiempo que lo acusaban de recortar el 11% de las ayudas federales en materia de salud, que afectaría a más de 250.000 portorriqueños en la isla.

Es que desde el año 2000 la deuda creció un 60%, duplicando la deuda del estado de Nueva York; 29 mil millones, que es el estado más comprometido económicamente del país del norte. Mientras que el desempleo en la isla se elevó al 13.2%, duplicando a Mississippi, el estado más pobre de Estados Unidos.

El tema es tan serio y tiene cierta similitud con lo que sucede actualmente en Grecia; por ser ambos países periféricos, que han sido invadidos por fondos de cobertura. Aunque la gran diferencia es que los bancos portorriqueños están vinculados a la Reserva Federal de Estados Unidos, con lo cual no hay pánico bancario. También hay similitud con la ciudad de Detroit, porque las dos administraciones fueron deficitarias; pero la diferencia es que Puerto Rico, no puede declararse en quiebra por su status político.

Aunque el presidente Obama dijo que hasta ahora no se ha planteado ninguna ayuda ni plan de rescate; hay movimientos en el Congreso.

Hillary Clinton, Martin O´Malley,del Partido Demócrata, Bernie Sanders, Independiente y Jeff Bush del Partido Republicano, están pidiendo al Congreso que se cambien las leyes y se le conceda la bancarrota a Puerto Rico, respondiendo a un pedido realizado ante el parlamento por Pedro Pierluisi, representante de la isla.

Según el diario The Nation, aun decretada esta medida, seguirían las medidas de austeridad y se incrementarían los más de 31.000 empleos perdidos así como seguiría el cierre de escuelas. Ante esta crisis, el profesor Rafael Bernabé, catedrático de la Universidad de Puerto Rico, en una entrevista a este medio, mencionó que “apoya una propuesta legislativa de auditar la deuda como se hizo en Grecia”.

Esta situación no empezó ahora, sino que se arrastra desde finales del 1800, cuando el gobierno de Estados Unidos se apropió de la isla y permitió que las grandes empresas norteamericanas tomaran beneficios e hicieron grandes negocios en la isla, ya que se les concedía importantes exenciones fiscales. Pero en el año 2006, el Congreso dejo que esas exenciones expiren, con lo que muchas empresas americanas, emprendieron la retirada de la isla. Desde ahí la economía entró en recesión y una gran parte del pueblo portorriqueño empezó a abandonar su país, lo que significó menor número de personas que pagaban impuestos. Ante esa problemática, el gobierno tuvo que recortar los servicios públicos y aumentar las tasas de impuestos, lo que produjo un mayor número de personas salieran del país.

Entre el año 2000 y el 2006, el 35% de la población de la isla emigró a Estados Unidos. Según el Centro de Estudios Portorriqueños (CPRS, en sus siglas en inglés) en 2013, 13000 portorriqueños se mudaron a la Florida y 4200 a la ciudad de Nueva York. Con lo que eleva a 4.650.000 personas, residentes en Estados Unidos, Florida 850.000 y 1.050.000 en Nueva York, en Puerto Rico solo quedan 3.725.789 habitantes.

El 22 de Junio, el Comité Especial de Descolonización de la ONU, hizo un llamado a Estados Unidos a “acelerar un proceso que permita a los portorriqueños ejercer plenamente su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia’’.

Mientras eso suceda, los habitantes de la isla, serán siendo ciudadanos de segunda categoría, que aunque tengan pasaportes americanos, usen el dólar y hablen inglés, a la hora de recibir ayuda, pareciera que la mayoría de las autoridades norteamericanas miran para otro lado.